Los dibujos infantiles cobran vida.
Imagina: tu hijo ríe, dibuja un dragón loco, escanea con el dedo... y ¡zas! El bicharraco salta a la pantalla, corre por la jungla del héroe y salva al mundo. Esto no es magia. Es Wakatoon, y cientos de miles de familias ya lo viven cada tarde.














